miércoles, 12 de noviembre de 2008

Creciemiento poblacional y el desarrollo humano sostenible

Para el ser humano, en muchas ocasiones el progreso ha consistido en mejorar su calidad de vida pero se ha dejado de lado el impacto en la naturaleza. Algunos hechos que lo demuestran son el agotamiento de los recursos renovables, se ha provocado erosión en exceso; todos estos se generan debido a la demanda creciente de los recursos. A su vez, esto se debe al crecimiento demográfico.

El crecimiento de población acelerado que se está dando por diversas razones, se ha afectado el equilibrio entre defunciones y nacimientos y se han acelerado las tasas de crecimiento demográfico, además se da grandes casos de migración hacia ciertas áreas. (Fonseca, 2001, pp11). Por aumento de esperanza de vida, mejoras en tecnología, mejores índices de alimentación, de salud, mejores niveles de vida etc.

Por este crecimiento acelerado de la población se afecta el ambiente de diversas maneras, se dan diversos tipos de contaminación ambiental por ejemplo, la contaminación sónica por la cantidad de carros, construcciones etc. que hay, la contaminación hídrica por el mal manejo de aguas, además porque muchas personas tirar basura al río, deforestación sin control y sin prever los problemas al suelo que causan, cortan millones de áreas verdes para hacer urbanizaciones y carreteras, y por último el problema de la basura, especialmente en el área urbana se producen toneladas de basura al día.

Si el crecimiento acelerado afecta al ambiente entonces aunque haya buena tecnología, mejor calidad de vida, mejor salud etc. no existirá un buen desarrollo humano sostenible.

De acuerdo con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), el desarrollo sostenible se define como:

“Es un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano, que lo coloca como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social y la transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo y que se sustenta en el equilibrio ecológico y el soporte vital de la región. Este proceso implica el respeto a la diversidad étnica y cultural regional, nacional y local, así como el fortalecimiento y la plena participación ciudadana, en convivencia pacífica y en armonía con la naturaleza, sin comprometerla y garantizando la calidad de vida de las generaciones futuras” [1]

Es importante conocer el concepto de calidad de vida, ya que como lo indica el concepto de desarrollo sostenible, uno de los motivos es mejorar equitativamente la calidad de vida. De acuerdo con Redondo (2000), la calidad de vida representa todas las condiciones que aseguran a una sociedad o un individuo un desempeño sano libre de riesgos, y una distribución de bienes y servicios de forma equitativa.

El desarrollo sostenible fue definido por la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la ONU como "un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades"[2]. Según Rolando Fonseca, en su trabajo “Integración social y equidad en la perspectiva del desarrollo humano sostenible”, el desarrollo humano sostenible se fundamenta en cinco pilares: la equidad, sostenibilidad, productividad, participación, y seguridad.

Fonseca explica que el desarrollo incluye el ampliar las oportunidades de las personas para que gocen de un equitativo acceso a dichas oportunidades. Por lo tanto, “cuanto más igualitaria sea la distribución de los recursos o bienes, tanto más probable será que el crecimiento del ingreso se vea reflejado en las personas como una mejor calidad de vida.”

Al hablar de productividad, se hace un énfasis en que “el desarrollo de las personas debe ser el fin, el crecimiento económico nada más un medio para alcanzarlo.” En este caso, el propósito del crecimiento económico debe ser el “enriquecimiento de la vida humana” y se debe contar con un crecimiento sostenido, creación de empleos productivos, equilibrio fiscal, entre otros.

La participación es descrita como el hecho de que “la gente intervenga estrechamente en los procesos económicos, sociales, culturales y políticos que afectan sus vidas”, en donde las personas deberán disponer de “un acceso constante a la adopción de decisiones y poder”. De esta manera, “si el desarrollo implica ampliar oportunidades a la gente, una mayor participación permitirá que las personas tengan una mayor gama de oportunidades”.

La sostenibilidad del desarrollo humano se expone como “el acceso de las personas a aumentar sus capacidades y tener las oportunidades para desarrollarlas, osea que la disponibilidad del mismo debe extenderse a futuras generaciones”.

Finalmente, Fonseca habla de la seguridad humana se clasifica como una estrategia de desarrollo, ya que “permite verificar el nivel de vida alcanzado por las personas en una sociedad y pronosticar las posibilidades de lograr un desarrollo humano pleno y sostenible”. La vulnerabilidad es un déficit de desarrollo, por lo que se debe garantizar seguridad económica, alimentaria, de salud, educativa, ambiental, personal, colectiva y política para alcanzar un mejor desarrollo.


[1] Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD). (1994). Guácimo, Costa Rica. Obtenido de Redondo, P. (2000). Ambiente y Salud. San José, Costa Rica: Editorial Nacional de Salud y Seguridad Social.

[2] CINU. (2008). “Medio ambiente y desarrollo sostenible.” Obtenido el 24 de setiembre del 2008 desde http://www.cinu.org.mx/temas/des_sost.htm

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