Primero sería importante dar un concepto sobre lo que es basura y lo que es desecho, la basura es todo residuo sólido, semisólido, putrescible o no putrescible excluyendo las excretas de origen humano y ambiental El desecho no es exactamente lo mismo que la basura, desechos son aquellas sustancias u objetos muebles sin uso directo, cuyo propietario quiere deshacerse de ellos.
Como es de saber, el desecho sólido ha sido de los principales contaminantes que Costa Rica ha venido experimentando. Debido a esto, una comisión integrada por los ministerios de Salud del Ambiente y de Planificación, el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal, el Programa de Competitividad y Medio Ambiente y a Cámara de Industrias de Costa Rica elaboró el Plan de Residuos Sólidos (Presol). Con este plan se busca dar un uso sostenible a las 3.800 toneladas de basura que se producen cada día en nuestro país. Cada costarricense desecha aproximadamente 0.86 kilos de basura al día.
Como dijo Daniel Salas, asesor del Ministerio de Salud, la idea es que los municipios desarrollen (ya sea individualmente o en alianza) un plan de separación y reciclaje de desechos que muy pronto será obligación para cada persona habitante del país como consumidor. “Cada municipalidad debe contar con un sistema organizado y no improvisado para la disposición de desechos”[1].
El cambio radical generado en Río Azul consiste en el paso de “botadero” y “relleno sanitario”. De acuerdo con el ingeniero Héctor Collazos (2004), un relleno sanitario es un “lugar técnicamente diseñado para la disposición final controlada de los residuos sólidos, sin causar peligro, daño o riesgo a la salud pública minimizando los impactos ambientales y utilizando principios de ingeniería, confinación y aislamiento de los residuos sólidos en un área mínima, con compactación de residuos, cobertura diaria de los mismos, control de gases y lixiviados, los lixiviados son los líquidos que se generan por la liberación del exceso de agua a través de los estratos de residuos sólidos que se encuentran en las fases de descomposición, y cobertura final”. Por otra parte, define botadero como “un sitio de acumulación de residuos sólidos que no cumple con las disposiciones vigentes o crea riesgos para la salud o seguridad humana o para el ambiente en general”.
El cierre de Río Azul como botadero se dio en el año 2007, por una orden del Ministerio de Salud. La empresa WPP llevó a cabo el cierre técnico y actualmente está realizando el tratamiento de lixiviados. Los lixiviados son los “caldos contaminantes provenientes de la basura” (Rojas Pérez, 2006, p.8).
De acuerdo con un laborador del relleno, Rónald Villalobos Mora, y con técnicos en plantas de tratamiento del Relleno Sanitario Río Azul (30 de agosto del 2008), el tratamiento de lixiviados en un proceso difícil y tarda más de lo requerido por el Ministerio.
Inicia con el tanque de pre-tratamiento, al cual los caldos de la basura han llegado por la fuerza de la gravedad. Luego se les realiza un tratamiento biológico en el que se determinan las bacterias presentes. Uno de los mayores problemas es la dilución de estos caldos, que vienen acompañados de aguas pluviales entonces les es más difícil a las bacterias alimentarse, o sea descomponer los lixiviados.
Luego los caldos son trasladados a un sedimentador, donde más bacterias esperan para seguir descomponiendo los caldos. El sedimentador también tiene sus defectos: el piso del tanque es muy bajo, por lo que se forman algas debido a la fotosíntesis y las bacterias se alimentan de esto en lugar de alimentarse de los lixiviados. Una vez sedimentados la mayor cantidad posible, el agua llega a la salida y ahí es tratada para finalmente drenar y llegar a los ríos. Para que esto suceda el agua se debe haber sometido a un proceso de largo tiempo.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos escuchar lo que piensan!!